Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, han descubierto que las personas que usan los móviles de última generación se sienten más aislados del exterior y a la vez más protegidos; están menos preocupados por mantener conversaciones privadas en público, y por si eso puede molestar a otras personas. Además, tienen mayor dependencia de sus teléfonos que los que usan móviles clásicos. Seguir leyendo.
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